Por qué vs Para qué

Cuando algo importante se termina, uno empieza a buscarle el por que a las cosas. Como si solucionando eso se resolverían los problemas. Imagina hipótesis, plantea soluciones, y se queda rebotando cual autito chocador con el acelerador trabado. Y lo peor de todo, el auto no es a batería, sino que esta conectado a 220, así que no para de rebotar y de gastarnos (quitarnos) luz. "No dejes que se roben tu luz", escribió un grande alguna vez, y cuanta razón tiene. Luego de un tiempo, uno deja de preguntarse por que,y empieza a preguntarse para qué. Y ahí es cuando uno desconecta ese autito rebotero que no dejaba de chocar (que encima quedo todo roto), y nos dejan de afanar luz a lo pavote. Con esas luces que nos ahorramos podemos salir a la ruta de la vida nuevamente, y alumbrar otros caminos. Para ser felices hay mil caminos, y uno de ellos esta ahí cerca, al costado del mundo. Sólo hay que enfocar bien los faroles. Nunca hay que quedarse con el autito chocador rebotando, ya que solo estaríamos perdiendo el tiempo.